Se cree que la primera almohada se originó en la antigua Mesopotamia (actual Irak), hace más de 9.000 años y solían estar hechas de piedra o madera y el objetivo era mantener el cuello en su lugar y alejado del suelo. La de piedra tallada era muy cara y solo los ricos podían permitirse el lujo de poseerla, así pues, la almohada llegó a ser vista como un símbolo de estatus en la antigüedad.
En la antigua China se utilizaban diversos materiales para fabricar almohadas, como porcelana, jade, cerámica, bambú, madera y bronce. Lo importante para ellos era que mientras dormían la cabeza estuviera levantada del suelo, para ayudar a evitar que los insectos y otros bichos se metieran en el cabello, la boca, las orejas, y la nariz de una persona. Con el tiempo, las civilizaciones se dieron cuenta de que la almohada era también importantísima para el apoyo de la cabeza y la salud de la espalda.
A causa de los materiales empleados, las almohadas eran incómodas y nada que ver con el concepto actual de suavidad. Fueron los griegos y los romanos los primeros en diseñar almohadas con materiales con textura blanda y suave como plumas, paja y lana. Es a ellos a quienes les debemos la agradable deriva de las almohadas de las que disponemos en la actualidad.
La realidad es que las buenas almohadas ayudan a aliviar o prevenir muchas formas comunes de dolor de espalda y cuello, así como dolor de hombros, cadera y otras formas de dolor en las articulaciones y sirven también para mantener alineada la parte superior del cuerpo durante el sueño aliviando presiones. Una almohada ideal debe de proporcionar un soporte óptimo para la columna y además deberá de ser antiácaros, ya que más de un 10% de la población es alérgica a los ácaros del polvo.
Es muy importante por tanto que corrijamos nuestras malas posturas de descanso y nos garanticemos una postura correcta, de forma y manera que la almohada elegida no ejerza presión en la parte superior de la cabeza y que nos ofrezca una postura óptima de la columna vertebral y que por lo tanto no se amolde a nuestro cuerpo reforzando los malos hábitos sino que por el contrario necesitamos que su forma estable nos corrija las posturas viciosas durante la noche en lugar de sustentarlas. Esto es precisamente lo que nos ofrece la magnífica almohada austríaca ELATIV.
Recomendamos absolutamente la almohada austríaca ELATIV que además de ser preventiva, proporciona una terapia contra el dolor cervical y un soporte correcto de la cabeza, tanto si se duerme boca arriba como si se duerme de lado, y no olvidemos que la cabeza de un adulto pesa alrededor de los 8 kg. ¿Te imaginas soportar ese peso toda la noche si no nos ayudamos de la postura adecuada para compensarlo? Mientras dormimos con ELATIV relajamos los músculos del cuello y los discos gracias a un estiramiento suave. ELATIV corrige las posturas viciosas y reeduca la columna vertebral asegurando un descanso profundo, gracias a su forma patentada y se adapta perfectamente a cada persona según sus características físicas y alinea la espalda.
Otro factor importante a tener en cuenta al acostarse sobre la almohada ELATIV es que la cara no queda incrustada ni se aplasta contra la almohada con lo que se evita la contracción del músculo interno y la aparición de arrugas, la piel puede respirar libremente y hay una ventilación constante, al mismo tiempo que mejora la calidad del sueño y reduce los ronquidos.
Ya que hemos de convivir con las malas posturas a causa de sentarnos demasiadas horas frente al ordenador, utilizar el móvil y soportar tensiones, dolores, sobrecarga de cuello, hombros y espalda durante el día, sólo falta que mientras dormimos sigamos castigando a nuestra espalda por el peso de nuestra propia cabeza que ejerce presión sobre los discos intervertebrales provocando dolor, el desgaste natural de los discos con el paso de los años, y todo ello hace que los discos se compriman y se deformen lateralmente, lo que puede conducir a una irritación de los nervios circundantes y provocar dolor, ya que los nervios craneales se extienden desde el cuello hasta el cerebro y la presión ejercida sobre ellos puede provocar dolor en el cuello, hombro, manos y espalda. Esto se soluciona con la magnífica almohada ELATIV ya que mientras dormimos con la almohada ELATIV relajamos los músculos del cuello y los discos gracias a un estiramiento suave. ELATIV corrige las posturas viciosas y reeduca la columna vertebral asegurando un descanso profundo, gracias a su forma patentada y se adapta perfectamente a cada persona según sus características físicas. Además es antiácaros.
ELATIV es muy recomendable también para la zona lumbar, para los niños.