La tortícolis se debe a una contractura en los músculos del cuello que provoca rigidez en el mismo y molestias como espasmos dolorosos de origen inflamatorio o nervioso.
Puede ser causada entre otros motivos por una mala postura al dormir, una contractura debida a malas posturas durante horas (ordenador, teléfono etc.) movimiento forzado o sobreesfuerzo, golpe o accidente, ansiedad y o estrés. Algunos niños también pueden desarrollar una tortícolis cuando contraen resfriados o infecciones de garganta como por ejemplo la amigdalitis estreptocócica o la mononucleosis), debido al dolor provocado por una inflamación dolorosa de los ganglios linfáticos del cuello.
Para aliviar la tortícolis, evita dormir boca abajo. Opta por descansar en posición fetal, es decir de lado y con las piernas flexionadas, porque así disminuye la tensión en el cuello. Utiliza una almohada adecuada (como la Elativ) para mantener alineados, cabeza, cuello y espalda.
Además puedes aplicar calor seco en la zona afectada y hacer estiramientos muy suaves de cuello evitando los movimientos bruscos. El estiramiento puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez y evitar que se repita en el futuro. Es importante estirar suae y lentamente, asegurándose de inhalar y exhalar siempre por completo. Los movimientos repentinos o el estiramiento excesivo pueden causar más dolor o lesiones. A continuación te indicamos unos estiramientos muy sencillos que suelen ayudar bastante:
Girar los hombros hacia atrás y luego hacia adelante en un círculo, presionando ligeramente los omóplatos, manteniendo la posición durante unos segundos y luego repitiendo unas seis veces.
Girar lentamente la cabeza de lado a lado, llegando hasta donde sea cómodo y luego repitiendo unas ocho veces.
Es imprescindible además mantener el cuello caliente tanto en casa como al salir a la calle. El ideal es una bufanda de biofotones, también puede ser la venda de biofotones alrededor del cuello mientras estamos en casa. En este caso los biofotones cumplen la doble función, por un lado mantener la zona protegida con el calor y segundo ayudar en el proceso inflamatorio y acelerar la curación.
Las bufandas, vendas y o mantas de biofotones nos ayudan a recargar y a revitalizar nuestro organismo aumentando nuestro bienestar y estimulando los procesos autocurativos del organismo, además de proporcionarnos abrigo y confort. Los biofotones son partículas de luz que el organismo absorbe, almacena o emite. Aunque una pequeña parte de los fotones nos llegan del sol, nuestras células también los producen ellas mismas, ya que son esenciales para su propio funcionamiento. A través de la piel solo absorvemos entre un 25 y un 30% de los fotones solares, por eso sólo una pequeña parte de los fotones que se detectan en el organismo proceden directamente del sol. El hecho de que vivamos en un país donde el sol resplandece no significa que no necesitemos aportar más biofotones a nuestro cuerpo porque casi siempre tenemos carencias.
También podemos utilizar la almohada postural cervical Elativ que gracias a su forma ergonómica patentada, proporciona un soporte correcto de la cabeza, tanto si duerme de lado como boca arriba. Mantiene la temperatura del cuello y cabeza y el peso de ésta última queda minimizado. Efectua un leve estiramiento cervical que estimula la inducción al sueño y corrige los vicios posturales.
¿TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO?
COMPÁRTELO EN REDES SOCIALES