Hay rituales y trucos que se vienen usando desde hace siglos para cuidar nuestra salud y belleza y que han superado la prueba del tiempo. Es decir, a pesar de los muchísimos avances en el mundo de la cosmética, hay hábitos que siguen demostrando que a veces los rituales más sencillos pueden proporcionar los resultados más potentes y efectivos.
Podemos aprender mucho de cómo culturas milenarias empleaban lo que la naturaleza les ofrecía para obtener bienestar y belleza.
La leyenda cuenta que el rey Salomón regaló a la reina de Saba barros y sales del mar Muerto famosos por sus propiedades terapéuticas y cosméticas. Y es que es ya sabido los valiosísimos beneficios que el barro y las sales del mar Muerto aportan a nuestro organismo para gozar de salud y belleza en cuerpo y mente.
Las sales del mar Muerto purifican, oxigenan y tranquilizan. Estimulan la renovación celular y son idóneas para los problemas de piel. La arcilla del mar Muerto es un sedimento de color oscuro que revitaliza, tonifica y purifica la piel con su alto contenido en azufre, silicio y otros minerales.
Una mascarilla orgánica de arcilla del Mar Muerto seguida de un baño con sal del mar muerto calma nuestro sistema nervioso y limpia e ilumina nuestra piel proporcionándonos un aspecto relajado y rejuvenecido a cara y cuerpo.
Date el lujo de tomarte el tiempo para este ritual tan saludable y beneficioso. Recuerda que para obtener los beneficios de este tratamiento es muy importante el origen del producto.
Te invitamos a descubrir la gama Sea.Line, es la única línea dermocosmética del mercado a base de Sal del Mar Muerto de Jordania con certificación 100% bio.
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