Podríamos definir la depresión como un trastorno del estado de ánimo que provoca un sentimiento de tristeza y pérdida de interés. La persona tiene pensamientos negativos con respecto a si misma al futuro y a su entorno en general, y siente impotencia ante las circunstancias y situaciones que está viviendo y por eso tiende a la rendición.
Es posible que tenga problemas para realizar las actividades normales del día a día, y a veces, puede llegar a sentir que no vale la pena vivir la vida. Más que un ataque de tristeza, la depresión es una condición de la que a veces no puedes salir por tus propios medios y puede requerir un tratamiento médico.
Para diferenciar la depresión de la ansiedad hay que identificar la emoción predominante. En la depresión, como ya hemos indicado predomina la tristeza y el abatimiento, y la persona que ya no puede más, deja de luchar. Sin embargo, en la ansiedad el organismo está en alerta, en modo respuesta lucha y huída, es decir que la persona sigue luchando.
Nuestro sistema nervioso es muy inteligente y sofisticado y es capaz de responder ante situaciones de peligro y estrés para defenderse utilizando todos los recursos y luego recuperarse y regularse sin problemas. Para que esto suceda, nuestro sistema nervioso debe de funcionar de forma saludable, Sin embargo hoy en día muchos de nosotros hemos perdido esta resiliencia y flexibilidad en nuestro sistema nervioso, estamos siempre a la defensiva lo que nos puede provocar estrés crónico que es el agotamiento de la actividad simpática y fatiga suprarrenal. Esto produce un desgaste enorme que perjudica seriamente nuestra salud. Por esto hemos de escuchar los avisos que nos indican que tenemos que ayudar a nuestro sistema nervioso a recuperarse de la sobrecarga antes de que el sistema inmune se vea seriamente afectado. Algunos de estos avisos son el insomnio, la falta de 
concentración, estallidos de ira y frustración, pérdida de interés, cansancio y falta de energía, entre otros.
Para prevenir la depresión es imprescindible que nos cuidemos con ejercicios para estabilizar nuestro sistema nervioso ya que ayudan a desbloquear y movilizar la energía por todo nuestro organismo, apoyando también la circulación del líquido cefalorraquideo que es imprescindible para que nuestro sistema nervioso central funcione correctamente. El Tai Chi o el Qui Gong son muy recomendables. El aparato Chi-Pro-Plus que es un ejercitador aeróbico pasivo también es de gran ayuda. Cuando utilizamos Chi-Pro-Plus los niveles de estrés disminuyen y durante la sesión, se crea una flexión lateral en la columna que estimula y relaja el sistema nervioso y crea un estado de onda alfa similar a la meditación, permitiéndote relajarte. Esta relajación hace que los bronquios y los alveolos se relajen y expandan. Con esta expansión y debido a la respiración profunda que se obtiene puede pasar más oxígeno de los pulmones al sistema circulatorio desde donde la sangre transporta el oxígeno a todas las células de tu cuerpo.
El Chi-Pro-Plus es un aparato pequeño y manejable inspirado en la medicina tradicional china integrando fitness y relajación simultáneamente. El entrenamiento con Chi-Pro-Plus no nos somete a ningún desgaste energético, al contrario, logra relajarnos y a la vez realizamos un efectivo entrenamiento a través de sus ondulantes movimientos fluidos y naturales que mejoran nuestra condición física. Nuestra respiración se hace más profunda consiguiendo que nuestras articulaciones y nervios sean bien irrigados. Las sesiones de entrenamiento con Chi-Pro-Plus oxigenan nuestro organismo y podrás sentir el fluir de la energía vital o Chi lo que te aportará una enorme sensación de bienestar en todo el cuerpo.
Disfruta de Chi-Pro-Plus en tu hogar, para toda la familia.
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