Una de las más desconocidas formas de combatir el jet lag es el simple hecho de caminar descalzo al llegar a destino
El jet lag según la wikipedia es…
Un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar a largas distancias, a través de varias regiones horarias.
Fuente: Wikipedia
Earthing (o “grounding”) es el simple hecho de conectarse con la tierra. Ya sea, a través de un baño en el río o playa, caminar descalzo en el parque o la arena o utilizando una herramienta que extienda la energía de la Tierra hasta nuestro hogar.
Esta forma de terapia basada en la relación entre el cuerpo humano y la Tierra tiene, según las investigaciones realizadas, un efecto beneficioso sobre nuestra salud y calidad de vida. El contacto con el suelo nos conecta con los sistemas conductores de la Tierra. La Tierra desprende una gran cantidad de iones negativos, por lo que al “conectarnos” a la superficie, contrarrestamos la carga positiva que vamos acumulando debido a la vida diaria moderna, alcanzando un nivel óptimo que mejora nuestra salud y bienestar.
Según el doctor Oschman, reconocido investigador y una autoridad en la medicina bioenergética, “nuestra piel es un excelente conductor”, y añade: “Podemos conectar cualquier parte de nuestra piel a la Tierra. Pero la zona de nuestro cuerpo que se conecta más profundamente es la que se encuentra exactamente en la mitad de la planta del pie, en un punto que los acupuntores denominan Riñón 1. Es un punto muy conocido que está conectado con todos los meridianos de acupuntura y con cada rincón del cuerpo. La falta de este contacto tiene mucho que ver con las enfermedades modernas.” El doctor Oschman concluye que “Ya que la Tierra está cargada negativamente, al tocar el suelo se está conectando el cuerpo con una fuente de carga negativa de energía, que es absorbida por el cuerpo a través de la planta del pie.”
Viajar en avión es un ejemplo perfecto de desconexión de la Tierra. No sólo se pierde la conexión con los iones negativos que desprende la superficie terrestre sino que, al moverse por la atmósfera, se pierde la conexión con la frecuencia de la tierra. Un estudio del California Institute of Human Sciences demostró que el cuerpo comprueba su referente con la Tierra cada noventa segundos. Un organismo sometido a un vuelo de varias horas queda por tanto desequilibrado y desarraigado, y en ese sentido el hecho de “contectarse” con la Tierra al llegar a destino puede contrarrestar los síntomas del jet lag.
Otro estudio de la Universidad de Durham en Inglaterra observó que los niveles de cortisol eran superiores en las azafatas de vuelos transoceánicos que en las azafatas de vuelos cortos. El estudio concluyó que cuanto más largo el vuelo, más importante era conectarse con la Tierra a la llegada. La forma más sencilla de hacerlo es quitarse los zapatos y los calcetines y caminar descalzo durante treinta o cuarenta y cinco minutos, preferiblemente en un jardín o en la playa.