No podemos estar más contentos de que se haya modificado el código civil para adaptarlo a la verdadera naturaleza de los animales.
Nuestras mascotas, han dejado de ser consideradas bienes inmuebles o cosas para reconocerles su naturaleza de “seres sintientes” y con derechos. No podrán ser abandonados, ni maltratados.
La mascota es un miembro más de la familia y como tal ha de ser tratado. Son innumerables los beneficios para la salud que recibimos los humanos cuando convivimos con mascotas. Nos ayudan a sobrellevar la soledad y la depresión, brindándonos compañía y amor incondicional. Numerosos estudios demuestran que este vínculo entre las personas y sus mascotas está relacionado con la disminución de la presión arterial, de los niveles de colesterol y triglicéricos.
Compartimos algunos rasgos con los perros, ambos producimos oxitocina la hormona relacionada con la felicidad y el amor. Es una de las hormonas que liberamos al acariciar a nuestra mascota. Tan recíproco es ese amor que estudios recientes de varios investigadores han demostrado que si podemos cara a cara a un perro y su humano, cuanto más se miran a los ojos, más oxitocina producen sus cerebros.
Compartamos con nuestra mascota la salud y el bienestar que nos proporciona a ambos la manta de biofotones, cada uno la suya. Disponibles en muchos tamaños incluso para caballos.
¡Recargar nuestros cuerpos y los de nuestras mascotas mejorarán nuestra salud y nuestro día a día!
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