Qué es el Electrosmog

Electrosmog, campos electromagnéticos (EMF) y radiación electromagnética (EMR) son términos que la mayoría de las personas han escuchado en algún contexto. Pero, ¿a qué se refieren exactamente estos términos y por qué este tema se está volviendo cada vez más importante para cada uno de nosotros?

“Smog” es una combinación de las palabras humo y niebla, que generalmente se usa cuando se habla de la contaminación del aire por los gases de escape en las áreas metropolitanas. El término smog electromagnético se refiere a todos los campos electromagnéticos generados artificialmente en el medio ambiente y la exposición resultante de las personas y el medio ambiente a ellos.

El smog electromagnético se clasifica como radiación no ionizante. Esto significa que las ondas electromagnéticas no producen la energía necesaria para extraer electrones de átomos o moléculas, a diferencia de la radiación ionizante (que incluye rayos X y rayos gamma). El smog electromagnético se subdivide de la siguiente manera:

• Campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia
• Campos electromagnéticos de alta frecuencia

Los campos eléctricos y magnéticos en el rango de baja frecuencia se generan cuando se genera, transporta o aplica energía eléctrica. Esto se ve, por ejemplo, en circuitos de corriente alterna y electrodomésticos. Los campos electromagnéticos de alta frecuencia se generan mediante transmisión inalámbrica a través de tecnología como Wi-Fi o monitores para bebés. Los microondas en las cocinas también utilizan un campo electromagnético de alta frecuencia para calentar alimentos.

Los campos electromagnéticos se pueden producir artificialmente, pero también se producen de forma natural en el medio ambiente. Para campos estáticos y de baja frecuencia, los componentes eléctricos y magnéticos se consideran por separado. Los dos componentes están estrechamente acoplados entre sí en campos de alta frecuencia, por lo que hablamos de campos electromagnéticos. En el sitio web de la Oficina Federal Alemana para la Protección contra la Radiación se encuentra disponible una buena descripción general del estado actual de la ciencia sobre los campos electromagnéticos, su impacto en los humanos y las medidas de protección recomendadas.

Debido al rápido avance de la digitalización y la expansión de las redes eléctricas, la exposición al smog electromagnético aumenta continuamente en los hogares, las escuelas, el trabajo y la carretera. En particular, los campos de baja y alta frecuencia generados artificialmente están aumentando debido al desarrollo de nuevas tecnologías y su distribución. Los teléfonos y smartphones DECT inalámbricos forman parte de la vida cotidiana.

Hay niños, adolescentes y adultos que usan teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores de escritorio y portátiles todo el día, ya sea para la escuela, el trabajo o el ocio, y siempre hay demanda de nuevos dispositivos. Con el fin de garantizar la accesibilidad sin problemas, se están construyendo más y más antenas de telefonía móvil. Según statista.de, actualmente se utilizan más de 7.300 millones de teléfonos móviles y teléfonos inteligentes en todo el mundo. Y los números van en aumento.

Además, hay Wi-Fi, Bluetooth y banda ultraancha (UWB). Estas son aplicaciones con radiación electromagnética de alta frecuencia, con la ayuda de las cuales se pueden interconectar de forma inalámbrica varios dispositivos (móviles) para telecomunicaciones y procesamiento de datos.

Las soluciones domésticas INTELIGENTES para hogares privados y empresas también contribuyen a un aumento del smog electromagnético. Los dispositivos e instalaciones en red y controlables remotamente están diseñados para brindar más seguridad y un uso eficiente de la energía y, en consecuencia, mejorar la calidad de los hogares y la vida en general. Sin embargo, esta conveniencia conduce a una mayor exposición a la radiación electromagnética. La tendencia de una mayor exposición al smog electromagnético también está aumentando en los automóviles. Además de la radiación de Bluetooth, GPS, asientos con calefacción y los datos móviles de los teléfonos inteligentes, el uso futuro de automóviles eléctricos aumentará aún más la exposición de los pasajeros debido al motor eléctrico y su batería.

Las posibles consecuencias se describen ampliamente en la “Iniciativa de competencia para la protección del hombre, el medio ambiente y la democracia” (Kompetenzinitiative zum Schutz von Mensch, Umwelt und Demokratie e.V.).

Esta asociación sin fines de lucro de científicos y médicos se ocupa de los efectos de la comunicación móvil e inalámbrica. Un pequeño extracto del llamamiento internacional de médicos de 2012 afirma que “Nuestro cuerpo consiste en gran parte en agua y está controlado por impulsos bioeléctricos. La radiación electromagnética puede interferir con estos procesos naturales. Estos rayos penetran en el cuerpo e impiden el suministro celular óptimo. Si estamos expuestos a campos electromagnéticos artificiales (llamados smog electromagnético o electrosmog), estos pueden tener un impacto fundamental en los procesos biológicos de nuestro cuerpo con los siguientes efectos:

• Falta de concentración y problemas para dormir.
• Perturbación en el equilibrio de nuestro sistema nervioso vegetativo
• Debilitamiento del sistema inmunológico
• Trastornos metabólicos por hiperacidez y taponamiento
• Tensión mental y estrés

Las medidas para proteger a la población de los peligros para la salud debido a los campos eléctricos y magnéticos de los sistemas de CC y de baja frecuencia se establecen en la 26ª Ordenanza sobre la implementación de la Ley Federal de Control de Emisiones (26ª BImSchV) que limita los valores de emisión. Para tener en cuenta las incertidumbres científicas sobre los efectos en la salud de estos campos, la Oficina Federal de Protección Radiológica recomienda medidas de precaución adicionales.

La suposición de que la radiación de Wi-Fi, la radiación de teléfonos inteligentes y los rayos de otros campos generados artificialmente son inofensivos todavía está muy extendida, ya que generalmente se respetan los “valores límite legales de emisión”. El valor SAR (tasa de absorción específica) se utiliza como base para definir los valores límite de emisión en el área de comunicaciones móviles. Es una medida de la absorción de campos electromagnéticos en un cuerpo o material. La absorción de energía electromagnética siempre resulta en el calentamiento de un cuerpo. En consecuencia, los valores límite de emisión para teléfonos inteligentes solo se basan en el efecto térmico de la radiación electromagnética. No se consideran otras influencias de la radiación, como el posible daño a un genoma celular o asuntos similares.

Sin embargo, otros países ya han ido más lejos aquí. Un tribunal superior de la India prohibió las antenas de telefonía móvil en escuelas y hospitales debido a los riesgos para la salud. Israel prohíbe Wi-Fi en jardines de infancia y preescolares y restringe su uso en las escuelas. La conclusión es que cada ciudadano tiene que obtener información sobre esto por sí mismo y adquirir la protección necesaria a la luz de los presentes hallazgos.