Ya hay más móviles que personas en el mundo y estamos rodeados de wifis. Cada vez que recibes o haces una llamada, enciendes el televisor, realizas una búsqueda en internet o envías un mensaje por WhastsApp, cuando caminas por la calle o cuando estás trabajando en la oficina, e incluso en tu habitación cuando te despiertas por la mañana, las ondas de los aparatos tecnológicos que te rodean generan una niebla invisible electromagnética (en inglés, electrosmog) que no se puede palpar, ni ver ni oler pero que te rodea inevitablemente y te hace daño.
Los procesos vitales, además de bioquímicos, son electromagnéticos y los niveles de exposición a la radiación pueden alterar los procesos biológicos, llegando a producir efectos adversos para la salud El mayor riesgo es algo que se conoce como “la fragmentación del ADN” que repercute en una cantidad infinita de problemas inmunológicos. En 2011 la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) que forma parte de la OMS, emitió el boletín 208, en el que informa que las señales de radiofrecuencia y microondas de las telecomunicaciones son potencialmente cancerígenas. Según el análisis, clasifican en el Grupo 2B, es decir que incrementan el riesgo de cáncer, no lo causan de inmediato sino por acumulación.
Otro problema parece ser la pérdida de densidad ósea y las personas especialmente vulnerables por su hipersensibilidad electromagnética o electrohipersensibilidad, que se manifiesta como una reacción alérgica a un ambiente hostil con dolor de cabeza, sin causa aparente, punzadas en el cuello o, de repente distintos dolores en varias partes de piernas o extremidades. La hipersensibilidad también inhibe la producción de melatonina en el cerebro lo que impide llegar a su sueño profundo reparador, por lo que la persona no puede dormir bien y por ende, decenas de funciones biológicas no se llevan a cabo.
Los rápidos y crecientes avances tecnológicos, la carga que ejerce la contaminación electrónica en el medio ambiente se ha convertido en un tema importante, y se creen que la radiación electromagnética causada, por ejemplo por GPS, microondas,bluetooth, sistemas inteligentes para el hogar, teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos DECT y WIFI, tienen un impacto enorme en los procesos biológicos de nuestro cuerpo y por tanto en la salud de todos los seres vivos.
Conscientes de todo ello, la empresa alemana VIVOBASE ha desarrollado una protección segura para el hogar, el coche y lugares de trabajo. VIVOBASE protege a todos los seres vivos del Electrosmog activando un escudo protector natural. También protege contra el 5 G.
VIVOBASE HOME está disponible como dispositivo para enchufar, dispositivo con carcasa y/o para el cuadro eléctrico. Tiene una gran efectividad y un gran alcance y normalmente con un solo dispositivo o enchufe tenemos suficiente para proteger nuestro hogar y por tanto a las personas, animales y plantas que en él habiten. Esto se consigue gracias a la creación de un campo electrostático.
Con el enchufe VIVOBASE se protegerá de la radiación peligrosa proveniente de: dispositivos eléctricos con transformadores y suministros eléctricos, WIFI, bluetooth y otras redes inalámbricas, teléfonos inalámbricos DECT, teléfonos móviles, aparatos inalámbricos, dispositivos de radiodifusión, televisores, ordenadores y pantallas, fenómenos naturales como fallas terrestres, venas de agua y actividad radioactiva natural como la radiestesia(rejilla) sistema de red Benker y sistema de red Curry, dispositivos inteligentes para el hogar y coches y bicicletas eléctricas.
Con la tecnología de VIVOBASE protección segura contra la radiación también fuera de casa, con VIVOBASE MOBILE que es un dispositivo pequeño y manejable que cabe cómodamente, por ejemplo, en el bolsillo o el bolso.